1/09/2013

Augusto Rodríguez


Un río invisible nos divide

La música no se logra
con arte de magia.
La palabra nace
porque tiene un rayo interior
y necesario a nuestros ojos.
Es un rayo que estremece
hasta al más ciego del mundo.

No todo es silencio y bullicio
en las calles donde murmuramos.
Ni desenfreno y fiesta
entre tus manos y mis manos.

Hay un río invisible que nos une
y nos hace enemigos.
Somos domadores
de serpientes y de bestias.

Falta mucho para cruzar
el puente de la luz que nos lleve
a la tierra de las sílabas.

Por desgracia, no nacimos hace siglos
ni tenemos el sacrificio suficiente
para alcanzar la orilla
de este río invisible que nos divide.

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